En Japón, el primer ministro Yukio Hatoyama desató la indignación este fin de semana cuando anunció que ha decidido mantener una base aérea estadounidense en la isla de Okinawa. Antes de su histórica victoria electoral el año pasado, Hatoyama había prometido desplazar la base de Okinawa a otro lugar, o incluso sacarla de Japón. El domingo dijo que había decidido reubicar la base en la cara norte de la isla, como se había acordado originalmente con Estados Unidos. La decisión de Hatoyama fue recibida con indignación en Okinawa, donde 90.000 residentes se manifestaron contra la base el mes pasado. Varios activistas contrarios a las bases militares de Estados Unidos se dieron cita recientemente aquí en Nueva York para asistir a la Conferencia internacional por un mundo sin armas nucleares, pacífico, justo y sostenible. Anjali Kamat y yo hablamos con tres activistas de Japón, Guam y Hawai.