Las circunstancias de la muerte del ex líder libio, coronel Muammar Gaddafi, siguen siendo confusas. Los informes preliminares indican que el jueves, cerca de Sirte, un avión de la OTAN atacó el convoy en el que Gaddafi se desplazaba, pero tanto él como algunos de sus partidarios lograron escapar a pie, aunque finalmente fueron capturados y asesinados por una unidad de combatientes del Consejo Nacional de Transición. El entierro de Gaddafi se ha suspendido para hacer una investigación externa sobre las circunstancias de su muerte. Mientras tanto, el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó que ese organismo había concluido la operación con éxito y pronto terminaría su misión en Libia. Para saber más sobre la situación en ese país, desde Sirte se comunica con nosotros Peter Bouckaert, director de Emergencias de la organización Human Rights Watch. “Es muy desafortunado iniciar el primer capítulo de la nueva Libia con este asesinato tan brutal”, afirma Bouckaert. “Sin duda ya es una mancha en la historia de la nueva Libia. Los tribunales son los que deben impartir justicia, no una multitud asesina”.