Al menos 70 personas murieron ayer en la capital de Somalia, Mogadiscio, luego de que un camión bomba explotara cerca de un complejo gubernamental donde funcionaban el gabinete somalí y ocho ministerios, entre ellos el de Educación. El grupo militante al-Shabab, que mantiene bajo su control gran parte del sur de Somalia, se adjudicó la responsabilidad por el ataque. Muchos somalíes consideran que el rechazo de este grupo a la ayuda occidental es la causa de la hambruna mortal que actualmente se suma a la gran sequía que asola la región del Cuerno de África. Nos acompaña el galardonado periodista de investigación Jeremy Scahill, quien ha visitado recientemente Somalia como corresponsal de la revista The Nation. Su artículo “Blowback en Somalia”, analiza cómo la política de EE.UU. ha ayudado a convertir en amenaza la militancia islamista.