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Los manifestantes egipcios continúan colmando la plaza Tahrir en el centro de El Cairo ante la negativa del consejo militar gobernante a transferir el poder de inmediato a un gobierno civil. En un discurso televisado el martes, el jefe del consejo militar de Egipto, Mariscal de Campo Mohamed Hussein Tantawi, dijo que había aceptado la renuncia del Primer Ministro y que el Ejército estaba dispuesto a ceder el poder si los egipcios así lo determinan en un referéndum. Pero después del discurso de Tantawi, las protestas se intensificaron y las fuerzas de seguridad atacaron a los manifestantes con gases lacrimógenos. En los últimos cinco días, al menos 38 personas murieron, miles resultaron heridas y por lo menos 15 periodistas fueron agredidos, en momentos en que Egipto es testigo de las mayores protestas desde la caída de Hosni Mubarak. Kouddous está en el lugar y estuvo presentando informes desde Egipto desde que comenzó la revolución en enero. “[Tantawi] lo que hizo fundamentalmente fue hacer algunas concesiones menores que no formaban parte de las demandas de ninguno de los manifestantes de la plaza Tahrir”, afirma el corresponsal de Democracy Now! Sharif Abdel Kouddous desde El Cairo. “Muchos compararon el discurso de Tantawi con el segundo discurso de Mubarak, del 1 de febrero, en el que hizo algunos tipos de concesiones y usó este tipo de tono con la esperanza de poner fin a la revolución. Sin embargo, tanto la respuesta de entonces como la de ahora fueron muy similares. Ayer la plaza Tahrir estaba llena; en realidad fue una protesta multitudinaria, enorme. Y cuando Tantawi terminó el discurso, se escuchó el poderoso grito de la multitud, un enorme eco que decía “Irhal”, que significa “Váyanse”.