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El escándalo británico por escuchas telefónicas que envuelve al imperio mediático de Rupert Murdoch cruzó el océano Atlántico y podría afectar el laberinto de sus intereses en Estados Unidos. El grupo de control ProtectOurElections.org ha pedido al FBI y a la Comisión de Valores de EE.UU. que comience investigaciones penales y civiles para iniciar una posible acción judicial, conforme a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (conocida por las siglas FCPA en inglés), luego del escándalo que comenzó en el Reino Unido. Según esta ley, el soborno o el intento de soborno a funcionarios extranjeros por parte de una empresa estadounidense es ilegal. Más de la mitad de las ganancias de Murdoch provienen de las operaciones del canal de televisión FOX con sede en Estados Unidos, que abarca por lo menos 27 redes locales de Fox y llega a más de 100 millones de hogares estadounidenses. Mientras tanto, el gobierno británico ha unido sus esfuerzos para bloquear la oferta de Murdoch por la cadena BSkyB, frustrando sus esperanzas de conseguir una rápida expansión en la televisión. Hablamos con Ilyse Hogue, asesora de Media Matters para Estados Unidos, y con Kevin Zeese, portavoz y abogado de ProtectOurElections.org.