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El magnate de los medios Rupert Murdoch regresó a Estados Unidos al tiempo que su imperio enfrenta un creciente número de problemas por el escándalo de escuchas telefónicas que llevó a una serie de detenciones en Gran Bretaña y dio lugar a una investigación en Estados Unidos. En Gran Bretaña, el Primer Ministro David Cameron compareció el miércoles en una sesión de emergencia del Parlamento para tratar el escándalo. Cameron se negó a pedir disculpas por la contratación de Andy Coulson, un ex empleado de Murdoch que recientemente se desempeñó como jefe de comunicaciones de Cameron en Downing Street, pero admitió que había hablado con los ejecutivos de Murdoch sobre la intención de News Corp. de adquirir la totalidad de la empresa de televisión satelital BSkyB.