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Una nueva revelación sobre Haití expone que Estados Unidos encabezó una amplia campaña internacional para impedir que el ex presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide regresara a su país cuando se encontraba exiliado en Sudáfrica. Es parte de una serie de informes de la revista The Nation y el semanario haitiano Haïti Liberté que usaron la información de casi 2.000 cables diplomáticos de EE.UU. sobre Haití publicados por WikiLeaks. Los cables muestran que altos funcionarios de EE.UU. y la ONU coordinaron una persecución política contra Aristide para evitar que “ganara más tracción con la población haitiana y su regreso a Haití.” Estados Unidos y sus aliados gastaron decenas de millones de dólares en infructuosos esfuerzos por calumniar a Aristide como narcotraficante, violador de los derechos humanos, y practicante del vudu. Otra reciente revelación basada en los detalles expuestos en los cables demuestra cómo las autoridades de facto trabajaron junto a funcionarios extranjeros para integrar por lo menos 400 ex paramilitares del ejército a la fuerza policial del país en 2004 y 2005. Los cables de WikiLeaks revelan lo cerca que Washington y las Naciones Unidas supervisaron la formación de la nueva fuerza policial haitiana y autorizaron la integración de los paramilitares que previamente atacaban a la mayoría pobre de Haití y a los gobernantes electos democráticamente. Hablamos con Kim Ives, editor de Haïti Liberté, cuyo último artículo para Nation.com es “WikiLeaks-Haití. Los archivos de Aristide”.