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Cuando se están por cumplir diez años del inicio de la guerra en Afganistán, dos nuevos informes revelan cómo el Pentágono despilfarró decenas de miles de millones de dólares y triplicó la cantidad de contratos sin licitación. La Comisión de Contratación en Tiempos de Guerra —de carácter bipartidario— llega a la conclusión de que en los últimos 10 años se perdieron entre $ 31 mil y $ 60 mil millones de dólares del dinero usado en proyectos en Irak y Afganistán por casos de derroche y fraude. En Afganistán, la comisión detectó que Estados Unidos está financiando de forma indirecta a los talibanes, ya que con el dinero destinado a proyectos apoyados por Estados Unidos se pagar a los militantes para garantizar la seguridad. Mientras tanto, el uso de contratos sin licitación por parte del Pentágono se triplicó desde el atentado del 11/S en Estados Unidos, a pesar de las promesas de reforma de esta controvertida práctica. Un nuevo informe de investigación del Centro para la Integridad Pública dice que los gastos por contratos sin licitación aumentaron de $50 mil millones en 2003 a $140 mil millones de dólares en 2011. Hablamos con Charles Tiefer, miembro de la Comisión de Contratación en Tiempos de Guerra en Irak y Afganistán y profesor de contratación pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Baltimore, y con Sharon Weinberger del Centro para la Integridad Pública, autora de la serie de investigación Windfalls of War (Beneficios imprevistos de la guerra). “Hay tantos contratistas en la zona de guerra como soldados. Pero no hemos cambiado la idea sobre este asunto y no hemos cambiado la estructura de este asunto”, afirma Tiefer