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En el segundo aniversario del devastador terremoto en Haití que dejó un saldo de aproximadamente 300.000 víctimas fatales y más de 1,5 millones de personas sin hogar, hablamos con Randall Robinson, autor de An Unbroken Agony: Haiti, from Revolution to the Kidnapping of a President (Agonía ininterrumpida: Haití, de la revolución al secuestro de un presidente). Según estimaciones de la ONU, Haití recibió más de 1,6 mil millones de dólares de donantes internacionales en concepto de ayuda humanitaria desde el terremoto y más de 2 mil millones en ayuda para la recuperación en los últimos dos años. Pero los analistas afirman que solo una pequeña porción de dichos fondos logró llegar directamente al pueblo haitiano y que, en cambio, los mismos fueron a parar a las organizaciones internacionales no gubernamentales y empresas privadas que participan en las tareas de ayuda. “No me sorprende que los esfuerzos de reconstrucción no vayan bien”, dice Robinson, “porque creo que Estados Unidos nunca quiso, oficialmente, que las cosas estuvieran bien en Haití”.