La reelección del presidente Obama para un segundo mandato alimentó las esperanzas en todo el mundo en torno a la posibilidad de que EE.UU. acepte encarar el calentamiento global. Pero hasta ahora, a pesar de los desastres causados por el huracán Sandy, el gobierno de Obama no parece haber cambiado su postura de oponerse a la propuesta de que se hagan acuerdos vinculantes sobre las emisiones. El lunes, Todd Stern, enviado especial de EE.UU. para la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre cambio climático (conocida como “COP18”) que se está llevando a cabo en Doha, por primera vez respondió las peguntas de los periodistas. Stern no dio ningún indicio de que Estados Unidos vaya a cambiar su papel en las negociaciones sobre el cambio climático y rechazó criticar el nivel de emisión per cápita de Qatar, el país anfitrión de las conferencia de este año.