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Hablamos con Thomas Drake, denunciante contra quien hubo una ofensiva luego de que filtrara información sobre la gestión de residuos y las posibles violaciones constitucionales de la Agencia de Seguridad Nacional. El caso en su contra más tarde no prosperó. Drake fue una de varias fuentes usadas en un artículo del periódico Baltimore Sun sobre un programa experimental de la NSA que costaba $ 1,2 mil millones de dólares y se llamaba Trailblazer. Dicho programa estaba destinado a seleccionar las comunicaciones electrónicas que amenazaran la seguridad nacional. “Mi primer día de trabajo fue el 11/S. Poco después del 11/S estuve en contacto con esa caja de Pandora de ilegalidad y mala conducta del gobierno a una escala importante”, dice Drake. Drake sostiene que el programa era ineficiente en comparación con otro programa llamado Thin Thread y además violaba los derechos de los estadounidenses a la privacidad. Como resultado, se enfrentó a 35 años de prisión conforme a la Ley de Espionaje, pero en realidad nunca lo acusaron de espionaje. En cambio lo acusaron de retener documentos clasificados en el sótano de su casa, aunque Drake afirma que ni siquiera sabía que los mismos eran clasificados. En una situación muy vergonzosa para el Departamento de Justicia, su caso terminó el año pasado en un acuerdo de declaración de culpabilidad con la fiscalía por un delito menor. Ahora el ex portavoz del Departamento de Justicia Matthew Miller parece estar cambiando su posición sobre el juicio contra Drake, diciendo que posiblemente el caso haya sido una “elección poco meditada para iniciar una causa judicial”. Todo esto llega en momentos en que hay un ataque sin precedentes del gobierno de Obama contra los denunciantes. “Es un terrible precedente perseguir a los periodistas como forma solapada de crear una Ley de Secretos Oficiales, sin la cual nos arreglamos para vivir en este país más de 200 años y creo que eso se está haciendo sobre las espaldas de los denunciantes”, dice la abogada de Drake, Jesselyn Radack, ex asesora en asuntos de ética del Departamento de Justicia. En la actualidad, es directora de Seguridad Nacional y Derechos Humanos en el Proyecto de Responsabilidad del Gobierno, la organización denunciante líder en el país. Su nuevo libro se llama TRAITOR: The Whistleblower and the “American Taliban” (TRAIDOR: El denunciante y el “talibán estadounidense”).