Gran Bretaña se prepara para la apertura de los Juegos Olímpicos con el mayor operativo de seguridad que se haya hecho en tiempos de paz. Cerca de 20.000 miembros de las fuerzas armadas están a cargo de la seguridad del evento, casi el doble que el número de soldados británicos en servicio en Afganistán. El costo de los Juegos Olímpicos para los contribuyentes británicos se estima en 17 mil millones de dólares. Además, los ciudadanos británicos que se encuentran cerca del Parque Olímpico deben someterse a las drásticas leyes de censura promulgadas por su gobierno a instancias del Comité Olímpico Internacional. Mientras tanto, los activistas están indignados de que la larga lista de patrocinadores de los Juegos Olímpicos incluya a empresas como Dow Chemicals y BP. Dicen que el historial de violaciones de los derechos humanos de estas corporaciones entra en contradicción con los ideales olímpicos de paz y bondad en el mundo. Desde Londres se comunica con nosotros Jules Boykoff, profesor y escritor que trabaja actualmente en un libro sobre disidencia y olimpíadas. Boykoff fue integrante del equipo olímpico de fútbol de EE.UU., con el que participó en competiciones internacionales entre 1989 y 1991.