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Mikhail Kalashnikov, el inventor del arma de fuego más conocida del mundo, falleció el lunes a la edad de 94 años. El rifle de asalto Kalashnikov se convirtió en una de las armas más usadas en todo el mundo, y se estima que en la actualidad hay 100 millones de ejemplares en todo el mundo. La relativa simpleza del Kalashnikov, o AK-47, hizo que su producción fuera barata y que fuera un arma confiable y fácil de mantener. Kalashnikov diseñó la primera ametralladora en 1942 después de sufrir heridas como comandante de un tanque del Ejército Rojo de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Pero recién en 1947, después de años de modificaciones, el AK-47 se empezó a usar en el servicio militar soviético. A principios de la década de 1950, el Kalashnikov se convirtió en el arma estándar para los países soviéticos y los países miembros del pacto de Varsovia. El arma también se hizo muy conocida entre los grupos paramilitares. A pesar de haber recibido honores del Estado, Kalashnikov ganó poco dinero con su arma. A menudo se ponía a la defensiva cuando lo criticaban porque su invento había provocado innumerables muertes en todo el mundo. Analizamos la importancia del AK-47 y de su creador con William Hartung, director del Proyecto Armas y Seguridad del Centro para Políticas Internacionales. El último libro de Hartung es “Prophets of War: Lockheed Martin and the Making of the Military-Industrial Complex” (Los profetas de la guerra: Lockheed Martin y la creación del complejo militar industrial).
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