En Texas, el gobernador insiste en un proyecto de ley anti-aborto que fue obstruido por manifestantes y legisladores

En Texas, activistas y legisladores por el derecho a decidir lograron rechazar una ley que hubiera cerrado casi todas las clínicas aptas para realizar abortos en este estado. Apenas unas horas después, el gobernador Rick Perry anunció que va a reactivar dicha ley, llamando a una sesión especial de la legislatura para el 1 de julio. “Estoy llamando a una nueva sesión legislativa porque aún queda mucho trabajo importante que hacer para el pueblo de Texas”, dijo Perry. “Los texanos valoramos la vida y queremos proteger a las mujeres y a los no nacidos”. Esta movida de Perry podría invalidar el esfuerzo de la senadora del estado de Texas Wendy Davis que, para impedir la aprobación de esta ley, realizó una acción de obstruccionismo, dando un discurso que duró casi 11 horas y se detuvo sólo porque los republicanos la interrumpieron. En ese momento, sus colegas legisladores y los manifestantes que se encontraban en el recinto se hicieron cargo de la acción. Los demócratas presentaron objeciones formales y los manifestantes alzaron sus voces para detener los procedimientos durante los últimos minutos antes de la medianoche, hora en que la sesión finalizaba oficialmente. Los republicanos alegaron que habían logrado aprobar la ley de todas maneras, pero el Vicegobernador David Dewhurst finalmente admitió que la votación se había realizado demasiado tarde, por culpa de lo que llamó “una turba revoltosa con las mismas tácticas que Occupy Wall Street”. Quienes estuvieron ahí y fueron parte de la acción prefieren llamarlo “obstruccionismo popular”. Nos acompaña la presidenta de la federación estadounidense Planned Parenthood, Cecile Richards. Cecile estuvo celebrando la victoria del miércoles en el hall central del Capitolio, donde se encuentra la foto de su madre, la fallecida gobernadora de Texas Ann Richards, otra defensora acérrima de los derechos de las mujeres. “Por lo que sé, esta la ley contra la que estamos luchando es la más extrema de todo el país”, dice Richards. “[El gobernador Perry] pone su propia agenda política por encima de las mujeres de Texas”.