Los científicos advierten que la controvertida práctica de fracturación hidráulica para la extracción de gas natural, fracking, puede provocar terremotos muchos más poderoso de lo que se creía. Este sistema inyecta millones de litros de agua, arena y productos químicos en las profundidades de la tierra con el objeto de romper el esquisto y liberar gas natural. Un nuevo estudio publicado el jueves en la revista Science por un importante laboratorio de sismología advierte que extraer agua del subsuelo puede inducir a peligrosos terremotos, aún en regiones que no son propensas a los temblores. El nuevo informe se produce en momentos en que el director Josh Fox, nominado por la academia de cine, estrenara la segunda parte del documental ampliamente aclamado, “Gasland”, que desató un debate a nivel nacional sobre el fracking. La nueva película “Gasland, parte 2” expone cómo tanto la industria del gas como la presentación que hace el gobierno del gas natural como una alternativa al petróleo limpia y sana son muy sospechosas. Además analiza cómo las empresas de perforaciones admitieron tener varios ex militares especialistas en operaciones psicológicas, o “psyops”, entre su personal, y que aplican sus habilidades en Pennsylvania para enfrentar a quienes se oponen a las perforaciones. “Lo que de verdad es decepcionante de esto es que en este momento el presidente estadounidense dio un paso adelante y habló del cambio climático y mostró su deseo obvio y serio de asumir el problema, aunque, el énfasis en la extracción de gas vía fracking haga que este plan sea totalmente equivocado”, sostiene Fox, y señala que el metano que se libera en los lugares donde se hace el fracking es más potente que otros gases que provocan el efecto invernadero. “Pasar del carbón al gas extraído vía fracking no representa ningún beneficio contra el cambio el clima. Entonces el plan debería ser cómo dejamos los combustibles fósiles y pasamos a una energía alternativa”.
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