En el discurso sobre el estado del país, el presidente Obama hizo un llamado para que Estados Unidos “deje de estar siempre en pie de guerra”, citando los límites impuestos recientemente al uso de aviones no tripulados, el retiro de las tropas estadounidenses de Irak y Afganistán y el esfuerzo por cerrar la cárcel militar ubicada en la Bahía de Guantánamo. Obama también prometió reformar los programas de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), para garantizar que “no se viole la privacidad de la gente común”. Jeremy Scahill, cuya película “Dirty Wars” (Guerras sucias) nominada al Oscar se ocupa de la guerra estadounidense con aviones no tripulados y los asesinatos selectivos en el exterior, sostiene que Obama fue un “presidente de aviones no tripulados” cuyas operaciones mataron grandes cantidades de civiles. En relación a la reforma de la NSA, Scahill afirma que “los parámetros del debate en Washington son: ¿tenemos que encontrar una manera de racionalizar esto y presentárselo a los estadounidenses o debemos hacer más vigilancia?