Bill de Blasio, flamante jefe de gobierno de la ciudad de Nueva York, acaba de anunciar que retirará la apelación que la ciudad presentó contra un fallo emitido por un tribunal federal de distrito que determinaba la inconstitucionalidad de la controvertida política de detener y cachear, y resolverá una acción legal en curso. En el mes de agosto, la jueza Shira Scheindlin criticó a la policía por tener una “política indirecta de perfil étnico” que llevaba a los agentes a detener de manera rutinaria a “negros e hispanos que no habrían sido detenidos si hubieran sido blancos”. De Blasio anunció la noticia el jueves en una conferencia de prensa acompañado por representantes de organizaciones como el Centro para los Derechos Constitucionales y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles. “Hoy estamos acá para dar vuelta la página de uno de los problemas que más desunión ha causado en nuestra ciudad”, afirmó de Blasio. “Creemos que debe terminar el uso desmedido de la política de detener y cachear que injustamente tuvo como objetivo a hombres afroestadounidenses y latinos jóvenes”. Emitimos fragmentos de las declaraciones de de Blasio, Bill Bratton —comisionado del Departamento de Policía de Nueva York— y Nicholas Peart -víctima de la política detener y cachear. Nos acompaña Baher Azmy, director legal del Centro para los Derechos Constitucionales y abogado en el juicio que dicho organismo lleva contra la ciudad de Nueva York.