En una dramática cuenta regresiva, la votación realizada el martes en el Senado de Estados Unidos obtuvo 59 de los 60 votos necesarios para aprobar la construcción del oleoducto Keystone XL. Catorce demócratas apoyaron la media junto a 45 republicanos. Con 59 votos afirmativos, la medida no pudo ser aprobada. Después de que la senadora demócrata Elizabeth Warren anunciara el resultado, un hombre supuestamente perteneciente a la tribu Dakota de Dakota del Sur empezó a cantar, seguido de otros manifestantes, que nombraron a los demócratas que habían apoyado la construcción del oleoducto. Después de la votación del martes, los republicanos prometieron volver a presentar el proyecto en enero, cuando tengan la moyoría en el Senado. Esto se produce en momentos en que documentos recientemente filtrados revelan que la empresa detrás del oleoducto Keystone XL está comprometida en una “campaña permanente” destinada a movilizar apoyo para otro oleoducto que conectaría los campos de petróleo de arenas alquitranadas hacia un puerto en el océano, este último completamente dentro de Canadá, lo que evitaría la oposición en Estados Unidos. Los documentos de la estrategia escritos preliminarmente para la empresa TransCanada por la empresa de relaciones públicas Edelman, la empresa de relaciones públicas de fondos privados más grande del mundo, también detallan la estrategia de lobby y los esfuerzos para movilizar el apoyo de unas treinta y cinco mil personas. Hablamos con Cyril Scott, presidente de la tribu sioux Rosebud de Dakota del Sur y con Suzanne Goldenberg, periodista en temas ambientales para el periódico The Guardian.