Unas 20 mil personas, entre ellas un mar de agentes uniformados, se dieron cita en la ciudad de Nueva York el sábado para el funeral de Rafael Ramos, uno de los agentes del Departamento de Policía de Nueva York asesinados en una emboscada hace una semana. Se dijo que fue uno de los funerales de policías más multitudinarios en la historia de la ciudad de Nueva York. Hubo controversias por la actitud de cientos de policías que le dieron la espalda al alcalde Bill de Blasio mientras este daba su discurso de despedida de los resto de Ramos dentro de la iglesia, en señal de protesta por comentarios anteriores sobre la violencia policial y la discriminación racial. Fue la segunda vez que los agentes dieron la espalda a de Blasio desde el asesinato de los dos agentes. Nos acompaña Adhyl Polanco, un agente del Departamento de Policía de Nueva York, que afirma que los que negaron a de Blasio no representan el sentir de muchos agentes de policía. Polanco previamente había denunciado a sus superiores por haberles dicho a los agentes que debían cumplir con la cantidad de casos de detenidos conforme a la táctica “detener y cachear” o tendrían un castigo, medida que provocó su suspensión sin goce de sueldo y más tarde al cambio de tareas.