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Por segunda noche, miles de manifestantes inundaron las calles de la ciudad de Nueva York, para protestar contra la decisión de un gran jurado de no culpar al agente de policía blanco que mató a Eric Garner, un hombre afroestadounidense padre de seis niños, tras hacerle una maniobra de ahorcamiento que está prohibida. Los manifestantes cantaban “No puedo respirar” mientras cortaban la calle, interrumpieron el paso en los Puentes Manhattan y Brooklyn, la autopista West Side y el túnel Holland. La policía informó haber hecho más de doscientas detenciones, muchas de ellas cerca de Times Square. En Washington, D.C., cerca del monumento a Washington, cientos de personas se tiraron al piso como si estuvieran muertas, en señal de protesta. En Boston, los manifestantes impidieron el tránsito por Massachusetts Turnpike y por la autopista interestatal 93, e interrumpieron parte del sistema de subtes de la ciudad. En Chicago, los manifestantes gritaban “Manos arriba, no disparen”, mientras impedían el paso por Lake Shore Drive a lo largo de Lake Michigan. En San Francisco, impidieron el paso por Market Street. Cientos de personas marcharon además en Oakland.
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