Estados Unidos y la Unión Europea le advierten a Rusia que no anexe Crimea, luego de que los votantes de esa región respaldaran abrumadoramente un referéndum para separarse de Ucrania. Las autoridades de Crimea afirman que el 96,8 por ciento de los votantes apoyó la anexión a Rusia, pero muchos miembros de las minorías étnicas de ucranianos y musulmanes tártaros permanecieron en sus hogares para boicotear el referéndum. El gobierno de Obama amenazó con aplicar sanciones a Rusia si Crimea avanza y se separa. Pero Rusia prometió aprobar el intento de Crimea en una votación parlamentaria. El sábado, el gobierno ruso vetó una resolución del Consejo de Seguridad respaldada por EE.UU. en la que se declaraba la invalidez del referéndum. Las fuerzas rusas también tomaron una terminal de gas natural en Ucrania, ubicada justo frente a la frontera regional con Crimea. La situación en Crimea desató la peor crisis en las relaciones Este-Oeste desde el final de la Guerra Fría. Analizamos la votación en Crimea y sus repercusiones diplomáticas, con tres invitados: Oliver Bullough, editor para el Cáucaso de la organización Institute for War and Peace Reporting; Nicholas Clayton, periodista independiente que estuvo informando desde Crimea y cubriendo la zona sur del Cáucaso desde el año 2009 y Dmitri Trenin, director de la organización Carnegie Moscow Center.