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El activista a favor de la transparencia Ryan Shapiro analiza una creciente controversia por el control del FBI sobre el movimiento Occupy de Houston en 2011. El caso se enfoca en lo que el FBI sabía acerca de un supuesto plan para asesinar a los líderes de Occupy y por qué dicho organismo no informó sobre lo que sabía. El plan fue revelado primero mediante un documento muy editado que consiguió la organización Partnership for Civil Justice Fund a través de un pedido que invocaba la Ley de libertad de información (FOIA). El documento mencionaba que “se planeaba que una persona atacara como francotirador a los manifestantes de Houston, Texas”. Cuando Shapiro pidió más detalles, el FBI dijo que había encontrado 17 páginas de registros pertinentes y le entregó cinco de ellas, en las que parte de la información estaba editada. Shapiro inició una demanda judicial, por considerar que el FBI había invocado inadecuadamente excepciones de la ley FOIA. La semana pasada, la jueza federal de distrito Rosemary Collyer coincidió con Shapiro y determinó que el FBI debía explicar por qué había retenido los registros.