El experimento “fallido” de EE.UU. en Irak: miles de desplazados por ataques de milicias

Reportaje12 de junio de 2014

Irak se encuentra al borde de la desintegración. Las milicias sunitas ya han tomado varias ciudades del país y tienen su mira puesta en Bagdad, la capital. En los últimos días, el grupo insurgente Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS, por sus siglas en inglés), vinculado a Al Qaeda, ha tomado el control de Tikrit y Dhuluiya, así como de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. Mientras tanto, en el norte, grupos kurdos iraquíes han tomado el control de la ciudad petrolera de Kirkuk. Las milicias suníes actualmente controlan un territorio que se extiende desde el borde oriental de Alepo, a Fallujaha, en el oeste de Irak, al que ahora sumaron la ciudad norteña de Mosul. Su avance ha causado una catástrofe humanitaria, con el desplazamiento de alrededor de 500.000 personas solamente en Mosul. La caída de Mosul ocurrió en parte porque las fuerzas iraquíes entrenadas por Estados Unidos abandonaron sus puestos. Hay informes que dicen que, en los últimos meses, el primer ministro iraquí, Nouri Maliki, viene instando al gobierno de EE.UU. a realizar ataques aéreos, pedido que el gobierno de Obama ha rechazado hasta el momento. Para ampliar este tema, nos acompañan dos personas: Ned Parker, jefe de la oficina de Reuters en Bagdad, y Mohammed al Dulaimy, periodista iraquí que trabaja para el periódico McClatchy. Dulaimy ofició durante años como corresponsal en Irak y ahora está solicitando asilo político en EE.UU. porque teme por su seguridad si regresa a su país. Esta es la primera entrevista que da Dulaimy para la televisión, luego de años de mantener un perfil bajo para proteger su seguridad.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Esos fueron algunos de los titulares de hoy en Democracy Now!, democracynow.org, el informe de guerra y paz. Soy Amy Goodman.

JUAN GONZÁLEZ: Irak está al borde de la desintegración. Rebeldes islamistas sunitas han tomado el control de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, de Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein, y de Dhuluiya, ciudad ubicada a unos 90 kilómetros de la capital de Irak, Bagdad. Los rebeldes están avanzando hacia Bagdad. Mientras tanto, en el norte, grupos kurdos iraquíes han tomado el control de la ciudad petrolera de Kirkuk. Los militantes sunitas están bajo el mando de un grupo llamado Estado Islámico de en Irak y el Levante (ISIS, por sus siglas en ingles), que actualmente está controlando un territorio que se extiende desde el oriente de Alepo, en Siria, hasta Faluya en el oeste de Irak, y ahora también la ciudad norteña de Mosul.

AMY GOODMAN: El precipitado avance de los rebeldes islamistas ha conmocionado a la región. El día de hoy, el ministro de relaciones exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró que esto pone en riesgo la integridad territorial de Irak. Además, el avance de los rebeldes ha provocado una catástrofe humana, con alrededor de 500.000 personas desplazadas en Mosul. La organización Save the Children ha dicho que “Estamos ante uno de los desplazamientos masivos de seres humanos más grandes y rápidos que se hayan producido en el mundo en los últimos tiempos”. También afirmaron que “La mayor parte de la población iraquí que huyó de Mosul tuvo apenas unos minutos para salir”. Una refugiada habló con los medios después de haber tenido que dejar su casa en Mosul.

REFUGIADA DE MOSUL: Estábamos en la casa y escuchamos golpes y ruidos de explosiones. No sabíamos qué estaba pasando. No podíamos entender lo que sucedía. ¿Qué quieren? No lo sé. ¿Por qué tiene que sufrir la gente ahora? Toda la gente, y los niños, nos vimos en problemas. Tuvimos que dejar nuestras casas y nos preocupa qué pase con nuestros hijos. Sólo le pido a Dios que me deje morir, así pueda descansar.

JUAN GONZÁLEZ: La caída de Mosul ocurrió en parte porque las fuerzas iraquíes entrenadas por Estados Unidos abandonaron sus puestos. Esto permitió a los rebeldes islamistas ocupar la ciudad y tomar control del cuartel central del ejército. Liberaron a miles de presos y tomaron varios millones de dólares de los bancos de la ciudad. Los milicianos también ocuparon el Consulado de Turquía, secuestrando a 25 funcionarios entre ellos el director de dicha delegación diplomática. El miércoles también fue un día fatal en Bagdad. Hubo ataques suicidas y coches bomba en zonas chiítas, que tuvieron por lo menos 37 víctimas mortales.

El primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, pidió al Parlamento que declare el estado de emergencia, pero la presencia de los legisladores en la sesión de hoy no fue suficiente para alcanzar el quórum. Según se informa, Maliki también instó a EE.UU. a realizar ataques aéreos, pedido que el gobierno de Obama ha rechazado hasta el momento.

AMY GOODMAN: Mientras tanto, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado se reunió el miércoles en el Capitolio con el candidato del presidente Obama para la embajada estadounidense en Irak. Durante esta reunión, los senadores no hicieron ninguna pregunta directa sobre la crisis actual en Irak, ni al candidato propuesto, ni al actual embajador.

Para ampliar la información sobre Irak tenemos dos invitados. Mohammed al Dulaimy, nos acompaña desde Columbia, Carolina del Sur. Es un periodista iraquí que trabaja para el periódico McClatchy. Durante años fue corresponsal desde Irak y ahora está solicitando asilo político en Estados Unidos porque teme por su seguridad si regresa a su país. Esta es la primera entrevista que da en televisión. Y aquí, en Nueva York, nos acompaña Ned Parker, jefe de la oficina de Reuters en Bagdad. Se encuentra aquí de paso y regresará pronto a Irak.

Vamos a hablar primero con Mohammed al Dulaimy, desde Carolina del Sur. ¿Podrías explicar lo que está sucediendo con tu país en este momento, desde tu punto de vista?

MOHAMMED AL DULAIMY: Lo que veo es el fracaso de todo el sistema que Estados Unidos y sus aliados trataron de establecer en Irak. El experimento de construir la democracia en Irak está completamente en peligro; en realidad ha estado en peligro durante mucho tiempo, pero ahora se hace más evidente para toda la gente. Ahora estamos viendo las consecuencias del régimen sectario que ha gobernado Irak durante los últimos ocho años, liderados por el Sr. Nouri al-Maliki, marcado por la falta de confianza entre los diferentes grupos que lo conforman y la corrupción. Todo eso abrió el camino para el alzamiento de grupos radicales y posibilitó que ocuparan una ciudad de dos millones de habitantes, como Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. Todo esto amenaza la integridad de Irak como país, su unidad territorial. Y hace sentir en Irak la amenaza de caer en una guerra civil como la de Siria

JUAN GONZÁLEZ: ¿Podrías explicar a qué te refieres cuando hablas del régimen de al-Maliki y el sectarismo que marca su gobierno? Porque, claramente, al-Maliki es un líder chiíta y siendo que la mayoría de la población de Irak es chiíta, desde Estados Unidos se ha mantenido el apoyo a su gobierno, a pesar de su política represiva contra cualquier tipo de disidencia.

MOHAMMED AL DULAIMY: Sí, de hecho tenemos evidencia suficiente, videos de discursos del propio al-Maliki, que muestran que este hombre está llevando al país hacia una guerra civil. Ha dado conferencias de prensa acusando de terrorismo a sus aliados políticos, a veces llegando a montar acusaciones falsas en su contra, lo que, según dicen ellos, llevó al país a una situación de alta tensión. Los grupos sunitas salieron a protestar y expresar sus demandas en las calles, demandas que el Sr. al-Maliki rechazó en su mayor parte. Y el colmo fue cuando los acusó de estar dando continuidad a un acontecimiento histórico, algo que sucedió hace 1400 años, aproximadamente. Dijo que los asesinos del Imam Husayn —refiriéndose a los sunitas— siguen viviendo como parte de la oposición, hablando de los sunitas. El Sr. al-Maliki no ha logrado formar un ejército iraquí respetuoso de los derechos humanos. Y quiero decir que los fanáticos, los islamistas, se alimentan de esas violaciones a los derechos humanos de parte del poder. Eso los ayuda a promover su causa y reclutar más gente. Esto es lo que ha estado sucediendo en Irak.

Y en los videos se puede ver cómo el ejército iraquí actuó frente a las manifestaciones en Hawija, se ve cómo mataron a hombres que sólo portaban palos, sólo palos de hierro, y en algunos casos, no llevaban nada. Se puede ver en el video la brutalidad del ejército. Y el Sr. al-Maliki no castigó a nadie por eso. El Sr. al-Maliki siempre se ha negado a abordar estos asuntos para buscar disminuir las tensiones en Irak. El Sr. al-Maliki también se negó a desarmar algunas milicias chiítas, respaldadas por Irán, como Al Asa’ib. Situaciones de este tipo generaron una gran conflictividad en la vida de las comunidades sunitas. Y yo creo que Estados Unidos, el gobierno, nosotros, toda la gente, deberíamos alzar la voz para evitar que el país caiga en una guerra civil, para que se deje de empujar a gente común a las filas de los grupos fanáticos, sólo para defenderse de un ejército que está dispuesto a matarlos a todos.

AMY GOODMAN: Mohammed al Dulaimy, ¿qué nos puedes decir acerca de las armas estadounidenses que se están utilizando en este momento? Hay muchos más envíos de armas previstos para los próximos meses, para el gobierno iraquí, pero ¿en manos de quién quedan esas armas? Y también quisiera preguntarte si estos grupos están relacionados con al-Qaeda.

MOHAMMED AL DULAIMY: Bueno, con respecto a las armas, en los últimos días vimos que se están utilizando armas hechas en Estados Unidos, como los misiles Hellfire, que tienen una gran precisión. El ejército iraquí los utilizó para atacar el Hospital de Faluya, un hospital escuela, que Estados Unidos ayudó a construir. Ese hospital ha registrado un aumento en las malformaciones congénitas, atribuible al uso de distintos tipos de armas, tanto químicas como de otros tipos, presuntamente utilizadas por las tropas de Estados Unidos. Ahora, estas armas están en manos de ISIS. Y hay imágenes que muestran el traslado de estas armas por la frontera hacia Siria. A Estados Unidos siempre le ha preocupado que si enviaba armas a los grupos más liberales de la oposición en Siria, éstas pudieran caer en manos de los islamistas. Bueno, ahora están cayendo en manos de los islamistas.

Y nuestra falta de comprensión de cómo se mueven estas organizaciones terroristas, la forma en que logran convencer y reclutar gente, ayudan a que su presencia continúe. No es que sean más inteligentes que la gente. No son tan difíciles de derrotar. Simplemente parece que no existe la voluntad suficiente para dedicarse a analizar y pensar en que debe haber algo que no se está comprendiendo para que ellos puedan seguir haciendo lo que hacen.

Quiero enfatizar firmemente que ISIS no está solo en esta lucha. Cuando el 30 de diciembre el Sr. al-Maliki ordenó poner fin a las manifestaciones en la provincia de al-Anbar, al oeste de Irak, la comunidad se alzó en armas. Cientos de hombres salieron a las calles portando armas. No mataron a los soldados. Los enviaron a sus casas. Les dijeron que se fueran; era simplemente gente enojada, harta de un gobierno que escuchaba sus reclamos.

AMY GOODMAN: Mohammed…

MOHAMMED AL DULAIMY: ISIS utilizó esa ira.

AMY GOODMAN: Adelante, ¿ISIS?

MOHAMMED AL DULAIMY: ISIS utilizó esa ira, se asentó sobre ella. Y pasa que ISIS es un grupo más organizado que estos luchadores tribales, y tienen una presencia fuerte. Tienen la capacidad de presentarse a sí mismos como la punta de lanza de este movimiento. Con todo esto, Irak parece encaminarse hacia una situación como la de Siria.

AMY GOODMAN: Vamos a hacer un corte. También tenemos como invitado a Ned Parker, director de Reuters en Bagdad. Pero antes quisiera preguntarte, Mohammed al Dulaimy, ¿por qué has querido hacer esta entrevista hoy, salir en televisión por primera vez? ¿Por qué estás tomando este riesgo? Y también, ¿por qué es un riesgo?

MOHAMMED AL DULAIMY: Estoy asumiendo por primera vez el riesgo, mostrando mi cara en televisión, pensando en toda la gente que ha perdido Irak, mi país, en todos los soldados que ha perdido Estados Unidos en esa operación, y creo que ya es hora de darnos el tiempo para comprender qué está pasando en el territorio. Creo que si ahora Estados Unidos interviniera y convenciera a los políticos iraquíes que se unan y formen un nuevo gobierno, un gobierno que fuera admirado por la gente, eso evitaría que Irak caiga en una guerra civil, y sería una forma de que Estados Unidos intervenga evitando la posibilidad de enviar tropas a Irak y llegar a un escenario al que nadie quiere volver. Sé que esto puede poner en peligro la vida de mis seres queridos. Se que estoy arriesgando mi propia vida. Pero es hora de que nosotros, todos nosotros, alcemos la voz y tratemos de detener todo esto. El país se está desintegrando. Y Estados Unidos y su gente, todos nosotros, deberíamos dejar de negar lo que pasa en Irak. Es un país que es tan rico, que si cae en las manos equivocadas no sólo sería un peligro para la gente de Irak, sino para la gente de todo el mundo.

AMY GOODMAN: Mohammed al Dulaimy está con nosotros, hablando por primera vez en un programa de televisión, desde Columbia, Carolina del Sur. Está solicitando asilo político en Estados Unidos, algo que había evitado hacer por años. Es periodista del periódico McClatchy. Cuando regresemos, se sumará a la conversación Ned Parker, de la agencia Reuters, que estará regresando a Irak dentro de poco. Quédense con nosotros.

[corte]

AMY GOODMAN: Seguimos en Democracy Now!, democracynow.org, el informe de guerra y paz. Soy Amy Goodman y éste es Juan González.

JUAN GONZÁLEZ: Estamos analizando la crisis en Irak. Los rebeldes islamistas sunitas han tomado el control de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak y de Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein. Ahora están avanzando hacia Bagdad. Quinientas mil personas ya han sido desplazadas de Mosul. Mientras tanto, en el norte, los kurdos iraquíes han tomado el control de la ciudad petrolera de Kirkuk.

AMY GOODMAN: Y seguimos conversando con nuestros invitados. Mohammed al Dulaimy es un periodista iraquí que trabaja hace años para el periódico McClatchy y ahora está solicitando asilo político en Estados Unidos, porque teme por su seguridad si regresa a su país. Esta es su primera entrevista en TV. También nos acompaña Ned Parker, director de Reuters en Bagdad, Irak.

JUAN GONZÁLEZ: Ned, me gustaría preguntarte acerca de otras dos fuerzas que podrían profundizar la desintegración que se está generando ahora en Irak. Una de estas fuerzas es Muqtada al-Sadr, que está llamando a la formación de brigadas de paz para entrar en las regiones chiítas y defenderlas. ¿Cuál es el impacto y el papel que tiene actualmente Muqtada al-Sadr en Irak? Y la otra fuerza es Turquía, el secuestro de personas turcas por parte de los milicianos islamistas, ¿plantea la posibilidad de que Turquía entre en Irak? Esto ha ocurrido en el pasado, Turquía ha intervenido en Irak en ciertas situaciones en que ha visto amenazados sus intereses nacionales.

NED PARKER: Sí, bueno. Acerca del llamado hecho por Muqtada al-Sadr, no sé si está completamente confirmado que haya sido así. Hay muchos rumores. Pero creo que es correcto tomar en cuenta la situación de esta milicia chiíta y sus posibilidades de movilización. De hecho, Sadr ha sido el líder de su milicia desde el año 2008 y últimamente se ha mantenido bastante alejado de acciones de este tipo en las calles. Dicho esto, vale aclarar que su organización sigue activa. En los últimos años, ha tratado de agitar la bandera del nacionalismo iraquí, haciendo hincapié en la unidad entre chiítas y sunitas.

Tiene rivales fuertes, como ha mencionado Mohammed Dulaimy, como Asa’ib Ahl al-Haq, una facción que se ha desprendido del movimiento de Sadr y cuenta con el apoyo de Irán. Este grupo ha estado activo, ha estado luchando en las afueras de Bagdad desde hace meses ya, desde que comenzaron los enfrentamientos en Ambar en enero. Allí hemos visto asesinatos y enfrentamientos típicos de las milicias. Los combatientes de Asa’ib Ahl al-Haq, y de otro grupo llamado Kataib Hezbollah, han estado actuando junto a las fuerzas iraquíes. Como hemos reportado desde Reuters, ellos están incluidos ahora, como voluntarios, en la cadena de mando del gobierno iraquí.

Pero el hecho de que Sadr pueda haber puesto nuevamente en funcionamiento su milicia, o saber que podría hacerlo, muestra la fuerza que están teniendo en este momento los sentimientos sectarios. Y vemos el peligro de que cuanto más crece el extremismo sunita, más alimenta el extremismo chiíta, lo que no deja espacio para la moderación y pone a Irak en peligro de un nuevo conflicto sectario.

JUAN GONZÁLEZ: ¿Y la cuestión de Turquía?

NED PARKER: Sí, claro, Turquía siempre ha estado activa en Irak. Creo que desde el tiempo de Saddam Hussein, Turquía ha tenido fuerzas especiales en las regiones kurdas. Han mantenido esta misión diplomática en Mosul. Han bombardeado montañas en las regiones de Irak donde los separatistas kurdos de Turquía tenían bases. Es interesante lo que esto provoca. Creo que esto juega en las dinámicas de Siria, también. Hemos visto que todo esto afecta lo que se permite que suceda dentro de Turquía. Ahora en Estambul no es demasiado raro ver posibles yihadistas caminando por las calles, regresando de Siria o a punto de irse para allá.

AMY GOODMAN: Quiero preguntarte sobre el papel de Estados Unidos en Irak. Vamos a escuchar a la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

JEN PSAKI: Desde principios de año, como ya se sabe, hemos acelerado envíos de equipamiento militar desde Hemos incrementado el entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes y estamos trabajando intensamente para ayudar a Irak a implementar un enfoque integral sobre el conflicto. Como usted señaló, Arshad, la situación en el territorio es, sin duda, muy peligrosa. Estamos trabajando con líderes de diferentes lugares de Irak para apoyar la coordinación de sus acciones. Es muy posible que proporcionemos ayuda adicional al gobierno iraquí para combatir la amenaza de ISIL, pero no me es posible dar más información al respecto en este momento.

AMY GOODMAN: Esa era la portavoz del Departamento de Estado. ¿Qué le responderías? Y también, quisiera que nos cuentes acerca del artículo que escribiste hace dos años para Foreign Affairs, llamado “The Irak we left behind” (El Irak que dejamos), que describe fracasos de la política de EE.UU. en Irak.

NED PARKER: Así es. Creo que una de los aspectos más trágicos de la relación de Estados Unidos con Irak, tanto dentro de Irak como aquí, en EE.UU, es que el asunto está tan politizado que es difícil hablar verdaderamente sobre lo que Irak necesita ahora para lograr estabilizarse. La intervención de Estados Unidos ocurrió, no se puede ignorar. Y, por ejemplo, lo que escribí hace dos años hablaba sobre el abandono, por llamarlo de alguna manera, que significó, con el gobierno de Obama, tratar de generar condiciones para el éxito después de tanto derramamiento de sangre y bueno, todo el horror de los años de Bush. Y hubo una oportunidad para lograr la estabilidad en Irak en 2010. Se puede discutir si la decisión de retirar las tropas de Irak fue una decisión acertada o no, pero creo que el tema de fondo tiene que ver con el tipo de poder que se estableció, lo que no necesariamente tiene que ver con las tropas militares de Estados Unidos. Se trata de construir consenso y contribuir a fortalecer las bases de la democracia.

En realidad, bueno, el gobierno de Obama tuvo muchas razones comprensibles, pragmáticas para sacar las tropas de allí, por el costo económico, el costo para la vida de los soldados, y el ejército estadounidense elogió a Obama por llevar a cabo la retirada según un cronograma responsable; según el ejército estuvo bien lo que hizo. Pero en esta cuestión de desvincular a las tropas, lo que no hizo fue tratar de fortalecer una coalición política que pudiera gobernar Irak durante estos últimos cuatro años. O para preservar, bueno, todas estas cuestiones de las que hablaba Mohammed al Dulaimy; la violación de derechos humanos. Irak tuvo de hecho un ministerio de derechos humanos decente, no perfecto, pero reveló la existencia de las prisiones secretas, que eran manejadas por el ejército del primer ministro Maliki. Y en el proceso de constitución del gobierno en 2011, se desarmó ese ministerio y se lo convirtió básicamente en una sección del partido del primer ministro Maliki. Y la gente iraquí a quien se había alentado a denunciar los abusos cometidos por los estadounidenses, tuvo que huir del país.

Así que creo que cuando hablamos de Irak y los fracasos del gobierno de Obama en Irak, creo que se trata de un fracaso bipartidista para Estados Unidos. No se trata de que las tropas se queden o se vayan. Se trata de los valores democráticos, ese es el tema central. ¿Prestó atención el gobierno de Obama a cómo se iba a mantener la estabilidad en Irak cuando Estados Unidos se retirara? Ellos eligieron fortalecer al primer ministro Maliki como “su hombre”. Y en ese momento no era necesariamente una mala elección, pero aún así, se centraron en las personalidades y no en los valores ni en sentar las bases para que el gobierno pudiera funcionar. Y éste es uno de los principales motivos de que hoy estemos donde estamos, tanto en Estados Unidos como en Irak; esta implosión que estamos viviendo.

JUAN GONZÁLEZ: Mohammed al Dulaimy, me gustaría regresar al tema de ISIS. Se lo suele considerar como un desprendimiento de al-Qaeda, que en cierta medida ha sido rechazado por al-Qaeda. Pero tú estás sugiriendo que, en cierto modo, ahora estaría eclipsando a al-Qaeda como el principal grupo islamista que enfrenta a las potencias occidentales. ¿Podrías hablar más sobre esto?

MOHAMMED AL DULAIMY: Sí, es una ironía pensar que la ocupación de la ciudad de Mosul fue la caída, de hecho, de al-Qaeda, en el sentido que dejó de ser el ícono, el ejemplo a seguir por los yihadistas. ISIS surgió como una rama de al-Qaeda, cuyo crecimiento al-Zawahiri intentó detener, limitando la acción de al-Nusra a Siria y del Estado Islámico de Irak a las fronteras iraquíes. Abu Bakr al-Baghdadi, el líder de ISIS, rechazó esa orden, sumó combatientes extranjeros de Siria a sus filas y comenzó a luchar contra al-Nusra. Entonces, ante los incesantes combates, todos decían que estos yihadistas se matarían entre sí. Pero ahora, todas estas —podríamos decir— victorias que están teniendo marcan, en mi opinión, la caída de al-Qaeda como organización número uno para los yihadistas, y hacen a ISIS más atractivo para ellos, ya que va a lograr vencerla completamente en Irak. Y Bagdad es un símbolo. Bagdad fue la capital del estado islámico durante cientos de años. Bagdad no es cualquier ciudad. Y al dirigirse hacia Bagdad, mostrando toda esa furia sunita, ellos están dando un mensaje, se están tratando de ganar los corazones y las mentes de todos los islamistas y, probablemente, de la mayor parte de los sunitas de todo el mundo.

AMY GOODMAN: Hablando de corazones, Mohammed al Dulaimy, ver lo que está pasando ahora en Irak debe muy triste para ti, el mayor desplazamiento de personas, y el más rápido, de la historia. ¿Crees que es posible que caiga Bagdad? ¿Y qué crees que se debe hacer en este momento?

MOHAMMED AL DULAIMY: No se trata sólo de tristeza. Las imágenes que vemos, son imágenes de mi ciudad, Faluya, de Ramadi, en el oeste de Irak, y ahora de Mosul. Hay videos del ejército iraquí bombardeando víctimas al azar. Se ha visto a un padre buscando a sus hijas e hijos asesinados, desintegrados, sus cuerpos esparcidos por el suelo, y él padre en medio de la calle. Todas esas cosas alimentan un enorme sentimiento de ira hacia los militares, hacia el ejército iraquí. Y el ISIS supo aprovecharse de esto, aprovechar el momento. ISIS se está presentando como el protector de los sunitas. Y si le preguntas a los que salieron de Mosul, a excepción de muchos cristianos y yazidis que están viviendo en Mosul, todos tienen miedo de los bombardeos arbitrarios del ejército. Entonces, es increíble que ISIS haya podido adaptarse a la situación y aprovecharla políticamente, y que el gobierno iraquí no logre estar a ese nivel.

Me entristece ver a mi país a punto del colapso. Somos una civilización con 7.000 años de antigüedad. No puedo aceptar la idea de que Irak carece de líderes que pueden unir a los iraquíes y hacer frente a todos estos extremistas que tratan de apoderarse de nuestro país, extremistas que llegan de diferentes partes del mundo, con diferentes ideologías, ya sean sunitas, chíitas o cualquier otro tipo de extremistas. Me parece increíble que, como nación, estemos perdiendo nuestra identidad, que estemos olvidando quienes somos.

Y también, me rompe el corazón saber que mi familia ha sido desplazada hace seis meses. Sé de personas que están viviendo en escuelas, viviendo a la intemperie, teniéndose que mover todo el tiempo. Ahora en Fallujah ya se tuvo que usar un campo de fútbol como cementerio improvisado, y ahora están teniendo que transformar otro pequeño campo de fútbol en cementerio. De modo que sí, todo esto me llena de tristeza. Y por eso estamos aquí. Porque nosotros —yo, por mi parte, y creo que Ned estará de acuerdo conmigo— creemos que firmemente que existe una falta de comprensión sobre lo que sucede en Irak. Y que se debe hacer algo, y se debe hacer muy rápido. Los políticos iraquíes hoy tampoco están logrando unirse. Y eso también nos entristece.

JUAN GONZÁLEZ: Ned Parker, quisiera preguntarte acerca de eso: ¿qué se debería hacer? ¿Cuál crees que debería ser la actitud de Estados Unidos, al menos a esta altura, ya que el hecho es que esto ha tomado completamente por sorpresa al gobierno de Estados Unidos? Me hace acordar mucho a la ofensiva del Tet en Vietnam, o al avance talibán cuando las tropas rusas se retiraron, que se se expandieron repentinamente a través del país. Entonces, ¿qué crees que se debería hacer ahora?

NED PARKER: Sí, bueno, creo que todo lo que está sucediendo en Irak ahora, está sucediendo muy rápido. Estuve en Irak en noviembre y diciembre durante un mes, y ya en ese momento me quedé bastante alarmado, preocupado al ver que el país se dirigía a un nuevo conflicto sectario. Ya en ese momento, a finales de diciembre cuando me iba, vimos como Ambar se desmoronaba. Actualmente, contando tanto la región de Nínive, con Mosul y Ambar, tenemos cerca de un millón de personas desplazadas en los últimos seis meses, la gente que Mohammed decía recién que está durmiendo en escuelas y al aire libre en el desierto. O sea, realmente es un desastre humanitario. Es muy difícil hacer llegar ayuda a la gente desplazada en la provincia de Anbar.

Entonces, yo estuve recién en Irak, me fui hace poco más de una semana y voy a regresar muy pronto. No podía creer lo que veía en el territorio, de ambas partes del conflicto. Un amigo me contó que un muy amigo suyo estaba en Bagdad, orando en una mezquita, en la mitad del día, en un descanso de su trabajo, y un atacante suicida de ISIS entró en la mezquita y mató alrededor de 21 personas. Su amigo, según creo, todavía está en el hospital. Perdió un pie. Tiene el cuerpo lleno de esquirlas, se pueden imaginar. Los hospitales en Irak están tan mal equipados, que los médicos realmente no pueden hacerse cargo de atenderlo. O sea, es un panorama muy desalentador. Tenemos la intervención de las milicias que ya lleva por lo menos dos meses, con autorización del gobierno. He hablado con funcionarios iraquíes que sienten que no tienen más opción que activar las milicias, sabiendo que eso deteriora la autoridad del Estado, pero con la sensación de que no tienen otra opción que usar a las milicias en contra de ISIS. Y sabiendo que no tienen ningún plan de acción para salir de esto.

Estados Unidos ya ha desperdiciado gran parte de la influencia que tenía en Irak. En el 2010, aún tenía la capacidad de ayudar. Se lo veía como un árbitro imprescindible por la historia que tenía en Irak del 2003 en adelante, para bien o para mal. Como fuera, era visto como un árbitro indispensable. Tuvo un peso muy fuerte en todos los sucesos y en la formación del gobierno. Su ejercicio de “poder blando” fue fundamental en el proceso. No creo que eso siga siendo así hoy en día. Entonces, ¿qué puede hacer Estados Unidos? Soy un periodista, no vengo de una institución que se dedique a elaborar políticas. Pero, como ya se sabe, hay diferentes corrientes de pensamiento. O sea, los iraquíes, el gobierno iraquí, quienes están cerca del primer ministro Maliki, quieren ataques aéreos. Quisieran recibir un apoyo más intenso de parte de Estados Unidos para el trabajo de inteligencia. Ayer hablé con un ex comandante de EE.UU. que decía que el apoyo de inteligencia que estamos brindando ahora es mínimo. Él no me dio cifras, pero yo diría que en los últimos meses han enviado entre 100 y 150 personas más para dar apoyo de inteligencia. Pero aún así, si no tienes gente en el territorio, no puedes saber claramente cómo actuar, a quién perseguir.

AMY GOODMAN: Pero… En este sentido…

NED PARKER: Sí, dime.

AMY GOODMAN: Estaba pensando lo increíble que es esa desconexión. El miércoles, mientras los combatientes de ISIS capturaban Tikrit y avanzaban hacia Bagdad, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, no sé si lo habrán visto, se reunió con el candidato propuesto por el presidente Obama para la embajada estadounidense en Irak. Sin embargo, según informa Nancy Youssef de McClatchy, ningún senador le hizo preguntas directas sobre esta aparente pérdida del control del gobierno iraquí. Tampoco le hicieron preguntas al hombre que estaba sentado a su lado, el actual embajador de EE.UU. en Irak. El Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, por su parte, se reunió para discutir sobre el intercambio de prisioneros por el cual se liberó al sargento Bowe Bergdahl, pero no hicieron al secretario de Defensa, Chuck Hagel, ninguna pregunta sobre Irak. Un empleado del Senado dijo a McClatchy: “Creo que hay una sensación de generalizada apatía acerca de Irak”.

NED PARKER: Así es. Y el peligro, según creo, es que, básicamente, se está generando un caldo de cultivo de extremismos entre Siria e Irak, un caldo de cultivo de extremismo sunita y de extremismo chíita. La otra semana me encontré en Estambul con un viejo amigo sunita de Irak, que siempre había tenido posturas relativamente moderadas y estaba en contra de al-Qaeda. Y sigue siendo moderado hasta cierto punto, pero la violencia de los últimos cuatro años lo ha cambiado. Ahora sus posturas son bastante islamistas. Y no es que ser islamista sea necesariamente algo negativo, pero se puede ver la manera en que ha sido influenciado por el sectarismo de Irak y Siria. Y si no encontramos la forma de moderar estos asuntos, sin duda será algo malo para la estabilidad mundial, ya sea en cuanto a cosas simples, como las reservas de petróleo y el precio del petróleo en el mercado mundial, o en cuanto a la amenaza del terrorismo para Estados Unidos.

Pero volviendo al tema de qué puede hacer Estados Unidos, creo que la política estadounidense en este momento es proporcionar armas, y en una cantidad mínima. Para bien o para mal, el gobierno de Obama considera que debería evitar involucrarse demasiado a fondo en los conflictos en Irak y Siria. No quiere que se repita lo de 2003 y todo lo sucedido en Irak. Sin embargo, el peligro de no hacer nada es que está surgiendo este extremismo virulento, que podría desestabilizar al mundo. Entonces, ¿qué opciones existen para actuar sin que eso implique tener que mandar tropas al territorio? Es muy difícil saberlo. Pero los iraquíes sí quieren que Estados Unidos se involucre, por el equipamiento y armamento militar, Así pues, si Estados Unidos decide intervenir de esa manera, a la par debería implementar algún plan para promover la moderación, para promover los valores occidentales, de modo que existan mecanismos de regulación y equilibrio de poderes en el gobierno, un poder judicial que funcione para que las fuerzas de seguridad no torturen a la gente, porque eso alimenta el extremismo y fortalece organizaciones del estilo de al-Qaeda.

AMY GOODMAN: Ned, queremos darle las gracias por estar con nosotros. Cuídate cuando regreses a Irak. Ned Parker es el director de Reuters en Bagdad. Y Mohammed al Dulaimy, muchísimas gracias por el honor de realizar con nosotros tu primera entrevista en televisión. Mohammed ha trabajado con McClatchy durante años en Irak, es iraquí y ahora está solicitando asilo político en Estados Unidos. Se comunicó con nosotros desde Columbia, Carolina del Sur. Esto es Democracy Now! Después del corte, más información desde El Cairo, Egipto. Quédense con nosotros.

Traducido por Rosario Vega, Ricardo Díaz. Editado por Veronica Gelman, Clara Ibarra y Democracy Now! en Español

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