Las últimas revelaciones realizadas por el periódico Washington Post a partir de los documentos filtrados por Edward Snowden, el denunciante de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), revelan que el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera le entregó a la NSA amplios poderes para interceptar información “relacionada” con todos los países del mundo excepto cuatro. Un documento secreto del año 2010 enumera 193 países que serían de interés para la inteligencia estadounidense. Solo cuatro de ellos estaban excluidos del espionaje de la NSA, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. La NSA también recibió autorización para juntar información de inteligencia sobre el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y la Agencia Internacional de Energía Atómica. Emitimos desde Bonn, Alemania, donde nos acompaña Sarah Harrison, editora de investigación de WikiLeaks, que acompañó a Snowden en el vuelo desde Hong Kong a Moscú en el mes de junio del año pasado. Actualmente vive exiliada en Alemania porque teme ser procesada si regresa a su país de origen, el Reino Unido. Harrison cuenta por qué eligió apoyar a Snowden, permanecer 39 días con él en la zona de tránsito de un aeropuerto de Moscú, luego ayudarlo a solicitar asilo a 21 países y permanecer con él durante casi tres meses más después de que Rusia le otorgara asilo temporario. Después de eso, Harrison fundó la Fundación Coraje. “Para los futuros Snowdens, queremos demostrar que existe una organización que hará lo que hicimos por Snowden, en la medida de lo posible, para reunir dinero para la defensa legal y pública de los denunciantes, de manera que sepan que si dan un paso al frente hay una organización que los apoya”, afirma Harrison.