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Mientras el bombardeo de EE.UU. sobre el norte de Irak ingresa al quinto día, Bagdad se encuentra en estado de crisis política. Hace ocho años, Nouri al-Maliki se convirtió en primer ministro con la ayuda de Estados Unidos. Ahora Estados Unidos colabora en la elección de un reemplazante. Pero al-Maliki se rehúsa a irse, despliega sus fuerzas alrededor de Bagdad y acusa a sus detractores de organizar un golpe de Estado. La crisis política se agrava mientras siguen los ataques aéreos estadounidenses contra el grupo combatiente Estado islámico en el norte del país. El presidente Obama autorizó los ataques la semana pasada, en lo que denominó un intento de detener el avance de los combatientes sobre la ciudad de Erbil, donde EE.UU. tiene un consulado y personal militar, así como también para impedir una masacre de la minoría yazidí. Funcionarios estadounidenses confirmaron que la CIA también está mandando secretamente armas y municiones directamente a las fuerzas kurdas conocidas como Peshmerga. Nos acompaña Spencer Ackerman, editor del periódico The Guadian en temas de seguridad nacional.