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En los últimos tres días, jueces federales bloquearon un par de leyes nuevas que podrían haber obligado a gran parte de las diecinueve clínicas que hacen abortos en Texas y las cinco de Louisiana a cerrar. El viernes, un juez federal bloqueó una ley de Texas que estaba a punto de entrar en vigencia el lunes y que hubiera obligado a todas las clínicas que hacen abortos a cumplir con los mismos estándares que los centros de cirugía de los hospitales, aún aquellas que hacen abortos no quirúrgicos con medicación y abortos quirúrgicos simples anticipados. El año pasado, la controvertida norma provocó protestas masivas y una dilación de once horas por parte de la senadora Wendy Davis, que actualmente es candidata a gobernadora. Mientras tanto el domingo, un juez federal de Louisiana emitió una orden de restricción temporaria, a solo horas de que una nueva ley de aborto empezara a exigir que los médicos que hacen abortos tengan autorización para permitir el ingreso de pacientes a un hospital dentro de las treinta millas de su lugar de práctica. Nos acompaña Amy Hagstrom Miller, directora de la empresa Whole Woman’s Health, que opera cinco clínicas en Texas y fue una de las parte en este juicio.
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