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Estados Unidos lanzó ataques aéreos en Siria dirigidos al grupo Estado Islámico, así como a los miembros de la organización combatiente separatista conocida como grupo Khorasan. El Pentágono afirma que las fuerzas estadounidenses dispararon 47 misiles Tomahawk de ataque terrestre desde buques de guerra ubicados en el Mar Rojo y en el norte del Golfo Pérsico. Además, las fuerzas aéreas, la marina y los soldados, bombarderos y aviones no tripulados del Cuerpo de Marines de EE.UU. participaron en los ataques aéreos. De acuerdo al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, al menos veinte combatientes del grupo Estado Islámico murieron en los ataques que se realizaron contra al menos cincuenta objetivos en las provincias de Raqqa y Deir al-Zor, en el este de Siria. Estados Unidos afirma que Bahréin, Jordania, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos participaron o apoyaron los ataques contra Estado Islámico, que controla partes de Siria e Irak. Estados Unidos actuó solo contra el grupo Khorasan, al afirmar que “entró en acción para desbaratar el ataque inminente que se planeaba contra Estados Unidos e intereses occidentales”. El gobierno sirio afirma que Estados Unidos le informó de dichos ataques, horas antes de que comenzaran. Mientras tanto, Estados Unidos aumentó el bombardeo sobre Irak, al lanzar nuevos ataques en los alrededores de Kirkuk. Para analizar estos acontecimientos, nos acompañan dos invitados: Vijay Prashad, profesor de estudios internacionales en la universidad Trinity College quien ha escrito ampliamente sobre el grupo Estado Islámico, y Medea Benjamin, co fundadora del grupo pacifista CodePink y autora del libro “Drone Warfare: Killing by Remote Control” (La guerra con aviones no tripulados: asesinatos a control remoto).