Decenas de miles de personas de todo Estados Unidos se dieron cita en el National Mall de Washington el sábado, para conmemorar el veinte aniversario de la Marcha de un millón de hombres, el encuentro del año 1995, en el que Louis Farrakhan, líder del grupo Nación del Islam, hizo un llamado a los hombres afroestadounidenses a la capital del país para celebrar un “día de reparación”. La manifestación de este año, llamada “Justice or Else” (Justicia o Verás) pidió el fin de la brutalidad policial y exigió justicia para las minorías étnicas, las mujeres y los pobres y fue más inclusiva que la primera marcha. Entre la multitud de este año había mujeres y miembros de minorías étnicas, entre ellos indígenas estadounidenses que pedían el cambio de nombre al Día de Colón, el feriado nacional que conmemora la llegada de Cristóbal Colón al llamado Nuevo Mundo en 1492. Este feriado hace mucho que genera tristeza y enojo entre los indígenas estadounidenses que se oponen a honrar al hombre que abrió la tierra a la colonización europea y la expoliación de los pueblos originarios. Hablamos con Larry Hamm, titular de la Organización para el Progreso del Pueblo (People’s Organization for Progress), que estuvo en la Marcha del millón de hombres en marzo de 1995 y también asistió a la marcha del 20 aniversario; también hablamos con Gyasi Ross, autor, orador, abogado y miembro de la organización Blackfeet Nation (Nación de Pies Negros).