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El martes, cerca de mil manifestantes del movimiento Black Lives Matter salieron a la calle en Minneapolis, Minnesota, después de que supuestos supremacistas blancos abrieran fuego contra los manifestantes la noche anterior y dejaran un saldo de cinco heridos. La policía ya detuvo a tres personas en relación con el ataque que tuvo lugar en la manifestación frente a la estación de policía. Según se informa, al menos uno de los hombres armados usaba una máscara. Los tres sospechosos son blancos. Es posible que las autoridades consideren el ataque como un crimen de odio. Testigos del ataque afirman que la policía se tomó más tiempo del habitual para responder al ataque y luego usó gas contra los manifestantes. Al momento del ataque del lunes, los manifestantes de Black Lives Matter estaban reunidos en un acampe frente a la estación de policía, para protestar contra el asesinato de Hamar Clarak, joven afroestadounidense de 24 años de edad desarmado, perpetrado por la policía que el Departamento de Justicia está ahora investigando. Las autoridades afirman que el domingo Clark recibió un disparo en la cabeza después de una pelea con agentes que respondieron a una denuncia de ataque. Pero muchos testigos afirman que a Clark le dispararon mientras estaba esposado. Hablamos con Leslie Redmond, estudiante de la Facultad de Derecho de Universidad St. Thomas y presidente de la Asociación de Estudiantes Afroestadounidenses de Derecho, que fue testigo del ataque la noche del lunes.
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