El miércoles, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció los planes de su gobierno de duplicar los fondos que brinda en calidad de ayudar a los países en desarrollo para adaptarse al cambio climático, que llegarían ahora a cerca de 860 millones de dólares al año. Quienes critican este anuncio, incluyendo a Asad Rehman, coordinador del área de cambio climático de Amigos de la Tierra, dicen que Estados Unidos está tratando de mantener una alianza entre los países ricos y desarrollados para reescribir las normas legales vigentes sobre el tema. “Mucha gente habla sobre el legado del presidente Obama con respecto al cambio climático”, dice Rehman. “Desafortunadamente, el legado que está dejando es un cáliz envenenado para los pobres, haciéndolos pagar por los impactos del cambio climático. No veo mucha diferencia entre la postura de Estados Unidos ahora y la postura de Estados Unidos en Copenhague”.