Las conversaciones en la Cumbre de la ONU sobre el cambio climático se extendieron hasta el fin de semana mientras los representantes de casi doscientos países trabajan para terminar un acuerdo global. Un nuevo borrador incluye los objetivos voluntarios de limitar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados o 2,7 grados Fahrenheit, por encima de niveles preindustriales. Incluir el objetivo de cumplir con el 1,5 grado centígrado satisface una demanda clave de países bajos y vulnerables. Pero los ambientalistas y la sociedad civil criticaron la naturaleza voluntaria de este junto así como muchas otras disposiciones, entre ellas no ocuparse de la igualdad de género, el debilitamiento del acceso a la ayuda financiera de los países vulnerables, la omisión de fechas específicas de reducción de carbono y no ocuparse de las emisiones de carbono producidas por la actividad militar. Las fuerzas armadas estadounidenses solas usan “20 mil millones de energía al año, más que cualquier otro consumidor estadounidense”. Analizamos lo que incluye la última versión del borrador y lo que fue dejado de lado, con una mesa de mujeres: Chee Yoke Ling, asesora legal de la Red del Tercer Mundo con sede en Malasia; Ruth Nyambura, ecologista y política keniata; y Kandi Mossett, activista indígena de Dakota del Norte y organizadora de la Red Ambiental Indígena. “Queremos salir del barco que se hunde, pero los países como EE.UU. retienen los salvavidas”, dice Nyambura.