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Las conversaciones de paz negociadas por la ONU en la guerra civil de nueve meses en Yemen están tambaleando en medio de disputas entre facciones rivales por la liberación de prisioneros. Mientras tanto, funcionarios locales informaron la intensificación de los enfrentamientos y nuevos ataques aéreos, a pesar del actual cese del fuego. Durante el fin de semana, en los ataques aéreos realizados por los sauditas y respaldados por EE.UU. murieron diecinueve civiles yemeníes en sus hogares y en el mercado. Cerca de la mitad de casi seis mil personas asesinada en el conflicto en Yemen eran civiles, entre ellos más de seiscientos niños. Rima Kamal de la organización Comité Internacional para la Cruz Roja en Yemen advirtió sobre una profundización de la crisis humanitaria. Estados Unidos apoya los ataques aéreos de la coalición liderada por los saudíes en Yemen mediante la venta de armas y el apoyo militar directo. Arabia Saudita es uno de los mayores clientes de la industria armamentística estadounidense. El mes pasado, el Departamento de Estado de EE.UU. aprobó un acuerdo de mil millones de dólares destinado a reabastecer el arsenal de la fuerzas aérea de Arabia Saudita, que se agotó en la campaña de bombardeos en Yemen. La venta incluye miles de municiones aire-tierra y bombas para “propósitos generales”. Según se informa, Estados Unidos y otros países también vendieron municiones racimo internacionalmente prohibidas a Arabia Saudita, las que ahora están siendo usadas en Yemen. Hablamos con el periodista Sharif Abdel Kouddous, que acaba de regresar de Yemen. Su artículo más reciente publicado en el periódico GlobalPost online se titula “With US help, Saudi Arabia is obliterating Yemen” (Con la ayuda de EE.UU. Arabia Saudita está arrasando Yemen).
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