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En 1997 Jody Williams ganó el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la Campaña internacional para la prohibición de las minas terrestres. En 2013 participó del lanzamiento de la Campaña para detener los robots asesinos. “¿Quién es responsable? ¿El hombre que los programós? ¿La empresa Lockheed Martin que los construyó?”, se pregunta Williams en una entrevista en La Haya, donde se sumó a mil mujeres pacifistas, para celebrar la fundación de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad. Williams comenta cómo los robots con forma de araña que arrojan un espray lacrimógeno y se usan ahora para el control de las multitudes, podrían ser detenidos antes de que su uso se extienda. Además recuerda cómo antes pudo “obligar a los gobiernos del mundo a unirse para analizar las minas terrestres. Pensaron que podían hacer lo que querían […] Un pequeño grupo de personas puede hacer cambios en el mundo y los hace”.
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