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Un nuevo informe confirma por primera vez que el FBI espió a los activistas que trataron de detener la construcción del oleoducto Keystone XL en Texas. Los documentos del FBI revelan que dicho organismo no consiguió aprobación para mandar informantes y abrir una investigación, la que fue conducida desde la oficina de Houston. Los archivos documentan “una importante falta de cumplimiento” de las reglas del Departamento de Justicia. La organización Tar Sands Blockade mencionada en ese informe era uno de los principales grupos a los que el FBI tenía como objetivo. Agentes de la oficina de Houston también le dijeron a la empresa TransCanada que les darían “información de inteligencia pertinente relacionada a cualquier amenaza” contra la empresa antes de las manifestaciones. Nos acompaña Adam Federman, editor de la revista Earth Island Journal y coautor de la nueva investigación publicada por el periódico The Guardian, “Revealed: FBI violated its own rules while spying on Keystone XL opponents” (Revelado: el FBI violó sus propias reglar mientras espiaba a los opositores del proyecto Keystone XL). En febrero, también dio a conocer cómo recientemente el FBI persiguió a ambientalista en Texas, Pensilvania, Oregon, Washington e Idaho por “poco más de tomar fotografïas de las instalaciones de la industria del gas y el peotróleo”.