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El año pasado en esta época, los combatientes del autoproclamado Estado Islámico declaraban el establecimiento de un califato en los territorios de Irak y Siria bajo su control. Desde entonces, el Estado Islámico no ha dejado de crecer, creando filiales en diferentes lugares, desde Afganistán hasta África occidental y reclutando nuevos miembros de todas partes del mundo. En respuesta a su avance, el presidente Obama ha enviado miles de soldados estadounidenses de vuelta a Irak. El miércoles se anunció el despliegue de otros 450 soldados. Mientras tanto, el ascenso del Estado Islámico ha reconfigurado el movimiento yihadista en la región, llevando a Al-Qaeda al borde del colapso. Según una investigación realizada recientemente por el periódico The Guardian, el Estado Islámico ha realizado un exitoso “golpe de Estado” contra Al-Qaeda, destruyéndola desde dentro. En sus inicios, el Estado Islámico era una rama de Al-Qaeda en el corazón de Medio Oriente. Pero en 2014 fue excomulgado por desobedecer órdenes del líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri. A partir de ahí, según informa The Guardian, el Estado Islámico se ha fortalecido, mientras que al-Zawahiri está en gran medida aislado de sus comandantes, manteniendo viva su organización más que nada a fuerza de lealtad. Tratamos el tema con el periodista Shiv Malik, del periódico The Guardian.
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