El domingo doblaron las campanas de la histórica iglesia AME Emanuel de Charleston, Carolina del Sur y cientos de personas inundaron sus bancos, para asistir a la primera misa después del ataque. El miércoles pasado, Dylann Roof asesinó a personas que participaban en una sesión de lectura de la Biblia que se realizaba en el sótano de la iglesia. Se estima que cerca de 20 mil personas hicieron una cadena por la paz en el puente Ravanel para expresar su solidaridad con las víctimas. Un sitio en Internet denominado The Last Rhodesian (El último de Rodesia) descubierto el sábado muestra las fotos de Roof en lugares de la Confederación y presenta un manifiesto de dos mil quinientas palabras que se cree él escribió; el texto explica por qué decidió perpetrar el ataque. “Es posible que Roof haya abandonado la escuela secundaria, pero parece que era un excelente alumno del mundo de la supremacía blanca”, afirma Richard Cohen, presidente de la organización Southern Poverty Law Center (Centro Legal para la lucha contra la pobreza en el sur de EE.UU.). Cohen es coautor de una editorial publicada hoy en el periódico New York Times titulada “White Supremacists Without Borders” (Supremacistas blancos sin fronteras).