La masacre de nueve feligreses afroestadounidenses perpetrada el miércoles por el supremacista blanco sospechoso Dylann Roof ha reavivado las protestas por la bandera de la Confederación que todavía flamea en el edificio de gobernación de Carolina del Sur. En fotografías publicadas en la red, se ve a Roof posando con una bandera, delante de un auto con una patente que dice Estados confederados de América. “El dinero de los impuestos que se les cobra a los ciudadanos no debe destinarse a apoyar la idea de Estados confederados de América”, afirma Kevin Alexander Gray, activista por los derechos civiles de Carolina del Sur y organizador comunitario que editó el libro “Killing Trayvons: An Anthology of American Violence” (Matando a Trayvons: antología de la violencia estadounidense). Como ex presidente la ACLU de dicho estado, sostiene: “La bandera flameando en el edificio del Estado imponía un discurso. Se está obligando a los ciudadanos a apoyar una ideología de supremacía blanca”.