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En Honduras, unas 25 mil personas se manifestaron este viernes, para pedir la renuncia del presidente de ese país, Juan Orlando Hernández. Las manifestaciones se producen seis años después del golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya, presidente democráticamente electo. En una entrevista exclusiva, Zelaya habla del nuevo movimiento de protesta, las consecuencias del golpe del año 2009 y el papel de Hillary Clinton en su destitución. “Por un lado, [el gobierno de Obama] condenó el golpe, pero por el otro, estaban negociando con los líderes del golpe”, afirma Zelaya. “Y la secretaria de Estado Clinton se prestó a eso, manteniendo la ambigüedad de la política estadounidense con Honduras. Esto dio como resultado un proceso de desconfianza e inestabilidad de los gobiernos latinoamericanos hacia la política exterior estadounidense”. Mientras Estados Unidos públicamente apoyaba el regreso de Zelaya al poder, mensajes de correo electrónico recientemente publicados muestran que Clinton estaba intentando establecer un canal alternativo de comunicación con Roberto Micheletti, que fue instalado como presidente hondureño después del golpe. En uno de dichos mensajes, Clinton menciona al lobbista y asesor del ex presidente Clinton, Lanny Davis. Ella escribió “¿Puede él ayudarme a hablar con Micheletti? En ese momento, Davis estaba trabajando para la filial hondureña del Consejo Empresarial de América Latina, que apoyaba el golpe. En otro mensaje, Thomas Shannon, principal negociador del Departamento de Estado de EE.UU. en las conversaciones con Honduras, se refiere a Manuel Zelaya como un líder “fallido”.