En su reconocido programa televisivo Los vigilantes, David Simon captó la ciudad de Baltimore desde el ángulo de los vendedores de droga de la calle, los agentes de policía haciendo su ronda y los periodistas informando sobre políticos corruptos. Este año, el presidente Obama describió a dicha serie como “una de las mejores piezas de arte, no solo programa televisivo, de las últimas décadas”. Simon dijo que quiso retratar cómo “el capitalismo crudo y sin responsabilidades” devalúa a los seres humanos. Hace casi una década Jacob Weisberg escribió en la revista Slate: “Ningún otro programa hizo nada remotamente similar a lo que este hace, a saber, retratar la vida social, política y económica de una ciudad estadounidense con el alcance, precisión de observación y visión moral de la gran literatura”.