Relacionado
El tiempo se acaba para Richard Glossip. El estado de Oklahoma ha programado su ejecución para la noche del miércoles, pero su equipo legal dice que se está por matar a un hombre inocente y está presionando para que se haga una reevaluación del caso. La noche del 6 de enero de 1997, cuando Glossip trabajaba como gerente del hotel Best Budget Inn de Oklahoma City, su jefe, Barry Van Treese, fue asesinado en el hotel. Siempre se supo quién había cometido el asesinato: un trabajador de mantenimiento llamado Justin Sneed admitió haber entrado en la habitación del jefe y haberlo golpeado varias veces con un bate de béisbol. Pero Glossip también fue detenido, bajo la presunción de que había contratado a Sneed para llevar a cabo el asesinato. El juicio en su contra se basó casi exclusivamente en las afirmaciones de Sneed, que dijo que Glossip le había ofrecido dinero y oportunidades de trabajo si cometía el asesinato. Los abogados de Glossip dicen que, a cambio de implicar a su cliente, Sneed consiguió una sentencia a cadena perpetua en lugar de la pena de muerte. La propia hija de Sneed ha dicho que cree que Glossip es inocente. En una carta a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma, O’Ryan Justine Sneed dijo que en una conversación con ella su padre se había retractado de su testimonio original. Ninguna evidencia física ha vinculado jamás a Richard Glossip con el crimen. Él mantiene su declaración de inocencia. Hablamos del tema con la la hermana Helen Prejean, conocida escritora y activista contra la pena de muerte; Kim Van Atta, quien ha mantenido correspondencia con Richard Glossip durante 16 años; y Liliana Segura, quien escribió sobre el caso de Glossip para el portal The Intercept.