El Capitolio estatal de Michigan en Lansing fue tomado el jueves por manifestantes que demandaban la renuncia del gobernador Rick Snyder, por la contaminación del agua en la ciudad de Flint, de la que su gobierno es responsable. Horas más tarde, Snyder pidió al presidente Obama que declare a Flint en situación de emergencia federal. La población de Flint no sólo se enfrenta al envenenamiento por plomo, sino a un brote de la enfermedad del legionario que ya ha causado la muerte de 10 personas. Dicha intoxicación comenzó en abril de 2014, luego de que el gestor de emergencias Darnell Earley, designado arbitrariamente por Snyder, decidiera pasar a usar como fuente de provisión de agua de Flint el históricamente contaminado y corrosivo río Flint, en un intento por ahorrar dinero. Nos acompaña la Dra. Mona Hanna-Attisha, la médica que contribuyó a dar a conocer el envenenamiento por plomo. En septiembre, la Dra. Hanna-Attisha dirigió un estudio que descubrió que la proporción de niños menores de cinco años con niveles elevados de plomo en la sangre se había casi duplicado en Flint tras el cambio en la provisión de agua. Inicialmente, los funcionarios del Estado desestimaron sus conclusiones, pero la Dra. Hanna-Attisha se mantuvo firme y no aceptó que se negara su trabajo. El jueves, fue nombrada directora de una nueva iniciativa de salud pública para tratar a la gente afectada por la contaminación.