Venida Browder falleció a los 63 años de edad. Su hijo, Kalief Browder, se suicidó en 2015 tras haber pasado tres años en la correccional de Rikers Island en Nueva York, sin ser llevado a juicio, luego de haber sido acusado, a los dieciséis años de edad, de robar una mochila. El abogado de la familia, Paul Prestia, elogió a Venida por su incansable lucha para lograr justicia para su hijo. Prestia expresó: “No pudo soportar la presión de esta lucha sumada a la tensión de las demandas judiciales contra la las autoridades de la ciudad pendientes de resolución y al dolor por la muerte de su hijo. En mi opinión, literalmente murió porque se le rompió el corazón”.
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