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Un multitud proveniente de todo Estados Unidos, América Latina y Canadá se sumó a los campos de resistencia contra la construcción del oleoducto Dakota Access valuado en $3,8 mil millones de dólares. La mayoría son indígenas estadounidenses que representan a cientos de tribus de todo el continente americano. El campamento es considerado una de las mayores concentraciones de indígenas estadounidenses en décadas. Se instalaron varias cocinas, una escuela que enseña las lenguas del pueblo lakota y otras materias y servicios médicos para atender a los miles que vienen a sumarse a la resistencia contra el oleoducto. El lunes, un grupo de parteras indígenas publicó en Internet el nacimiento del primer bebé del campamento.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que Democracy Now! les hizo (en inglés) a las parteras y a otras mujeres sobre la importancia de la salud reproductiva en los campamentos de resistencia.