Los arrestos en masa del jueves ocurrieron al mismo tiempo que jóvenes nativos norteamericanos se congregaron en la sede de la campaña de la candidata a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, en la ciudad de Nueva York, quienes le exigieron que se oponga a la construcción del oleoducto Dakota Access. Luego de que los empleados de la campaña de Clinton se negaran a reunirse con la delegación, los jóvenes intentaron entregarles una carta a los guardias de seguridad.
Manifestante 1: “Les pedimos humildemente que tomen esta carta”.
Manifestante 2: “Por favor, tomen la carta”
Manifestantes: “¡Tomen la carta! ¡Tomen la carta! ¡Tomen la carta!”
Más tarde, los manifestantes recibieron la orden de la policía de retirarse y la advertencia de que, de lo contrario, serían arrestados. Mientras que el senador de Vermont, Bernie Sanders, se ha pronunciado en contra del oleoducto, Clinton hasta ahora se ha negado a adoptar una postura al respecto. En la primera declaración de la campaña de Clinton sobre este asunto, el portavoz Tyrone Gayle escribió, en parte: “Ahora, todas las partes involucradas… necesitan encontrar un camino que contribuya al mayor interés público. En ese proceso, es importante que en el terreno de Dakota del Norte todo el mundo respete los derechos de los manifestantes a protestar pacíficamente, y los derechos de los trabajadores a hacer su trabajo con seguridad”. Bill McKibben, activista por el clima y fundador de la organización ecologista 350.org, respondió en Twitter: “Hillary Clinton logró hacer una declaración sobre el oleoducto en Dakota que literalmente no dice nada. Literalmente”.