El organismo mundial que regula la caza de ballenas dispuso el jueves la restricción de la captura anual de ballenas por parte de Japón, desestimando lo que alegaron los balleneros japoneses respecto a que matan a los mamíferos marinos para investigaciones científicas. El activista Nicholas Entrup, de la organización OceanCare, celebró la medida dispuesta por la Comisión Ballenera Internacional, pero sostuvo que el organismo carece de las herramientas necesarias para hacer cumplir su resolución.
Nicolas Entrup: “Nuestra preocupación se mantiene, obviamente, porque hasta el momento, a pesar del fallo de la Corte Internacional de Justicia, Japón no ha cumplido con ese fallo y lo ha ignorado. Continúa con la caza de ballenas con fines científicos, que ahora lleva otro nombre, pero que no ha cambiado mucho”.