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La organización Amnistía Internacional envió el viernes observadores de derechos humanos a Dakota del Norte para monitorear la represión que se viene ejerciendo contra los miles de indígenas que resisten la construcción del oleoducto Dakota Access (DAPL, por su sigla en inglés), valuado en 3.800 millones de dólares. Amnistía tomó esta decisión luego de que la policía desplegara cientos de agentes militarizados que detuvieron a más de 140 defensores del agua, luego de reprimir con gas lacrimógeno, gas pimienta, pistolas Taser, granadas de contusión y cartuchos de balas de plástico y balas de goma. Ahora se están conociendo más detalles de lo sucedido el jueves, lo que incluye un video de un guardia de seguridad de la empresa Dakota Access, con la cara cubierta con un pañuelo y sosteniendo un fusil, que aparentemente quería infiltrarse en un grupo de defensores del agua. Un integrante de la tribu Sioux de Standing Rock dice haber visto al hombre manejando un vehículo por la autopista 1806 hacia el principal campamento de resistencia, con un fusil AR-15 en el asiento del pasajero. Integrantes de las comunidades en lucha siguieron el vehículo y luego persiguieron al hombre a pie para intentar desarmarlo. En el video se puede ver al guardia apuntando a los defensores del agua con el fusil mientras trataba de escaparse hacia el agua. Finalmente, fue arrestado por la policía de la Oficina de Asuntos Indígenas. Los defensores del agua dicen haber encontrado, dentro del vehículo del hombre, una tarjeta de seguridad de la empresa Dakota Access y papeles que identificaban al vehículo como asegurado por DALP.
Para conocer más sobre el tema, vea nuestra entrevista con Dallas Goldtooth, de la Indigenous Environmental Network (Red Ambiental Indígena).