Con la ayuda de ataques aéreos rusos, el gobierno Sirio ha retomado casi por completo el control de la ciudad de Alepo, en lo que se considera una importante victoria sobre las fuerzas que intentan derrocar al presidente sirio, Bashar al-Assad. Antes del inicio del conflicto en 2012, Alepo era la ciudad más grande del país, con una población de más de 2 millones de personas. Allí tuvieron lugar algunas de las primeras protestas masivas contra el régimen de Assad, en marzo de 2011. Pero hoy, después de cuatro años de combates entre el gobierno y los grupos rebeldes, la ciudad se encuentra en ruinas. En septiembre de 2015 hubo un punto de quiebre en los combates con Alepo, cuando Rusia comenzó a realizar ataques aéreos en apoyo al gobierno sirio. Las autoridades rusas consideran la caída de Alepo como una victoria contra los terroristas y yihadistas. Sin embargo, Estados Unidos ha manifestado su oposición a este ataque respaldado por Rusia.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) el debate que presentamos entre Kenneth Roth, director ejecutivo de la organización Human Rights Watch y Stephen Cohen, profesor emérito de Estudios sobre Rusia y Política en la Universidad de Nueva York y en la Universidad Princeton.