Mientras tanto, el pueblo originario Chippewas del Támesis demandó al gobierno de Canadá ante la Suprema Corte de ese país, con el propósito de impugnar el proceso de otorgamiento de permisos para el oleoducto de arenas alquitranadas Línea 9 de Enbridge. Los chippewas afirman que su derecho a consulta conforme a los tratados no fue respetado antes de la aprobación del oleoducto. Si la Suprema Corte falla a favor de los chippewas, podría sentar un precedente sobre el requerimiento de consultas formales de nación a nación entre el gobierno canadiense y los pueblos originarios en todos los futuros proyectos energéticos que puedan afectar las tierras nativas.
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