El domingo fue un día de festejos en Standing Rock, luego de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos anunciara que había decidido denegar a la empresa el permiso para construir el ultimo tramo del oleoducto Dakota Access, valuado en 3.800 millones de dólares y que estudiaría la posiblidad de reorientar el oleoducto. Pero ¿qué trayectorias alternativas se evaluarían? ¿Cómo funcionará el proceso para realizar el informe de impacto ambiental? ¿Cabe la posibilidad de que se revierta esta decisión al asumir el nuevo presidente electo Donald Trump? ¿Y cómo sigue ahora el movimiento de resistencia?
Para conocer la respuesta a algunas de estas preguntas, vea nuestra conversación con Tara Houska, originaria de la tribu Ojibwe de la Primera Nación Couchiching y directora de campañas nacionales de la organización Honor the Earth.