El parlamento de Corea del Sur votó por abrumadora mayoría la destitución de Park Geun-hye, en medio de un escándalo de corrupción. La presidenta se enfrentó a protestas generalizadas, como una manifestación en noviembre en la que aproximadamente un millón de personas salieron a las calles de Seúl para exigir su renuncia, con base a declaraciones de que ella ayudó a un amigo cercano a malversar hasta 70 millones. Los manifestantes celebraron la noticia de su destitución.
Choi Jae-Hun expresó: “Esperaba que el parlamento aprobara la destitución. Creo que esto demuestra que el sentimiento público es aceptado y funcionó de esta forma. Me siento muy orgulloso de estar en el centro de este momento histórico y espero que el nuevo gobierno refleje la voluntad de la gente en cuanto a los asuntos del gobierno, para no permitir que esto suceda de nuevo”.
Se especula que el secretario general saliente de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, podría llegar a ser el próximo presidente de Corea del Sur.